Hay una alta probabilidad de que si estás leyendo este artículo vayas a comprar o hayas comprado un chaleco protección balística. También hay una alta probabilidad de que no tengas mucha idea de como comprar un chaleco. No pasa nada. Tras leer este artículo serás todo un experto.
Comencemos por el principio. ¿Qué compone un chaleco protección balística? La respuesta es simple: una funda de chaleco (o portaplacas) y un juego de paneles balísticos (o placas balísticas).
La funda es la prenda que un usuario porta y por ello existen diferentes tallas. Estas tallas son similares a las que conocemos en el resto de vestuarios (desde la XS hasta la 3XL) pero con la diferencia que hay tallas dentro de las tallas (corto, regular y largo del torso) que determinan la altura de las piezas del chaleco. Esta segunda talla es muy importante para que los operativos estén protegidos desde la altura de la tráquea hasta el obligo, quedando protegidos íntegramente órganos vitales.
Los diseños de las fundas son muy diversos entre sí: con cremallera, con sistema MOLLE, con protección en los hombros, con suelta rápida, entre muchas otras opciones. En ocasiones los FFCCS establecen el modelo reglamentario de chaleco el cual deben portar sus operativos, tratando que siempre se adecuen a las necesidades del servicio de la zona.
Lo que comparten todas las fundas de chaleco son los compartimentos internos cuya función es guardar los paneles que aportan protección al operativo. En este aspecto la diferencia que podemos encontrar entre modelos es que el cierre sea de velcro o de cremallera.
Habiendo comprendido como pueden ser los diseños de las fundas, tenemos que hablar de los paneles. Antes de profundizar en este elemento debemos dejar claro cual es la finalidad de un panel balístico.
La función de un panel es proteger frente a impactos balísticos y agresiones con arma blanca. Que un panel sea mejor o peor puede ser tema de debate, ya que algunos pensarán que premia la ligereza; para otros la flexibilidad o para otros la comodidad. Y realmente un buen chaleco debe de reunir todos estos aspectos, pero el aspecto determinante debe y tiene que ser la resistencia a las agresiones previamente nombradas. Estas agresiones lo que generan es una deformación en el panel, el cual se denomina “trauma”. A menos trauma, mayor la resistencia de un panel, y a mayor resistencia, mejor chaleco será.
¿Por qué? Sencillo. Porque si hay una menor deformación en el panel, la persona que lo porta sufrirá menos daños en su cuerpo evitando lesiones, desgarros o heridas que puedan derivar en daños más graves.
Pero, ¿quién determina que un chaleco sufre más o menos trauma? El trauma no deja de ser una deformación o mella realizada en el panel, la cual se mide y determina mediante un sistema métrico (centímetros o pulgadas). Sin embargo, la forma más reconocida de determinar que un panel u otro es mejor o peor (menor trauma, mayor resistencia) es mediante organismos independientes, siendo los más conocidos la Home Office de Reino Unido, la NIJ de Estados Unidos o Technische Richtlinie alemana.
También existe la opción de probar y certificar un panel mediante otros laboratorios o empresas, siendo las pruebas que estos realicen acordes a los dos organismos mencionados. Por ello, en ocasiones podemos encontrar paneles de acuerdo a certificación NIJ o HO, sin embargo es más fiable un test o prueba realizado por el organismo homologado. En España es AITEX quien se suele encargar de las pruebas a chalecos.
Dicha fiabilidad radica en que estos organismos independientes realizan sus pruebas en todas las tallas del modelo de chaleco y, de esta forma, aseguran la certificación en toda la línea de producción. Por otra parte, son diferentes calibres y municiones las que se prueban. Esto otorga al certificado más abanico de estudio respecto al trauma generado en el chaleco, pudiendo así determinar de una forma más precisa el nivel de protección.
Los niveles de protección balística oscilan desde el HO1 hasta el HO4, mientras que los niveles frente a arma blanca son dos. El nivel KR (entre 1 y 2) mide la resistencia frente a cortes, mientras que el nivel SP (entre 1 y 2) mide la resistencia a punzadas e impactos directos.
Como resulta evidente, a más nivel de protección, menor trauma causado en el panel y por ello más resistente. Sin embargo, un mayor nivel de protección no siempre resulta la mejor opción para según qué operativo. A mayor seguridad (y menor trauma), mayor será el peso y grosor del panel de protección y por ello la movilidad se verá reducida. Esto puede suponer que el usuario corra riesgos que de otra forma (y con otro tipo de protección adecuada para su actuación) no asumiría.
Por ello y bajo nuestra experiencia, desde Saborit International recomendamos para uso policial los niveles de protección HO2, KR1+SP1; con un trauma máximo de 25mm en protección balística y una fuerza de 36 julios y penetración máxima de 20mm en protección contra arma blanca.
La tecnología de protección balística avanza a pasos agigantados, y desde Saborit tratamos de ofrecer a nuestros clientes siempre la máxima calidad y vanguardia en nuestros productos.
Para más información, no dudes en contactar con nosotros vía correo electrónico a la dirección saborit@saborit.com .
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